Trump deja en el aire su presencia en la jura de Biden

Relevo presidencial

El presidente de EE.UU. aclara que se irá de la Casa Blanca

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Trump se encaró con un periodista que le inquirió por las acusaciones de fraude

EP

Se irá. “Por supuesto” que se irá de la Casa Blanca si el Colegio Electoral confirma la victoria de Joe Biden el 14 de diciembre. “Y vosotros sabéis que así será”, contestó entre ofendido y cariacontecido Donald Trump este jueves, el primer día desde las elecciones del 3 de noviembre en que aceptó responder a las preguntas de la prensa.

Tras de sí, el 45.º presidente de Estados Unidos dejará una ristra sin precedentes de insidias sobre la limpieza de los comicios que podría minar seriamente la confianza de los ciudadanos en su sistema electoral pero que tiene como fin hacer más aceptable su derrota ante sí mismo y sus votantes, tratar de deslegitimar a su sucesor y allanar el camino para, quizás, volver a lanzarse a la carrera por la Casa Blanca dentro de cuatro años. O al menos, para desesperación de los republicanos que aspiran a la nominación, alimentar esas expectativas y reafirmar su control sobre el partido.

Trump carga contra su propio partido y tilda de “enemigo del pueblo” al responsable electoral de Georgia, republicano

Los medios de comunicación estadounidenses, incluidos algunos hasta hace poco aliados como Fox News, se han negado a seguirle el juego pero Trump, una criatura de la televisión, sabe cómo atraer la atención y la tarde de la festividad de Acción de Gracias se ganó todos los titulares. Por lo que dijo y por lo que dejó en el aire cuando le preguntaron si pensaba asistir a la toma de posesión de Biden como presidente el 20 de enero al mediodía.

“Sé cuál es la respuesta a esa pregunta pero no quiero decirla todavía”, replicó Trump apoyado sobre una mesa desproporcionadamente pequeña y baja desde la que había hablado por videoconferencia con las tropas estadounidenses en Afganistán. Algunos opinan que no asistirá. El papel de perdedor ha aterrado durante toda su vida a Trump. Otros piensan que sí lo hará, pero para robar protagonismo a Biden.

“Va a ser muy difícil conceder la derrota”, dijo, aduciendo que “ha habido un fraude masivo”. No hay ningún indicio de tal aseveración (los tribunales han rechazado prácticamente todos los recursos presentados por sus abogados allí donde alegaban irregularidades, ni siquiera fraude). “No me hable así, ¡soy el presidente de EE.UU.! Nunca jamás hable así a un presidente”, respondió Trump a un periodista que intentó preguntarle al respecto.

Inquietud en demócratas y republicanos

“Parecemos un país del tercer mundo”, insistió el presidente en alusión no a su negativa a admitir que perdió las elecciones sino a que a su juicio estuvieran “amañadas al 100%. Sus ataques no se dirigen sin embargo a los demócratas sino a su propio partido, que se ha negado a participar en su plan para que traicionaran el voto popular, de ahí sus insultos a los cargos republicanos que han certificado la victoria de Biden en sus respectivos estados. “Es el enemigo del pueblo”, llegó a decir del secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, número dos del gobierno del estado sureño y máxima autoridad electoral. Para decepción de Trump, el recuento de votos ordenado por Raffensperger no cambió el resultado: por unos 13.000 votos de diferencia, por primera vez desde 1996, Georgia votó a favor del candidato presidencial demócrata.

El presidente Trump ni ha pronunciado el tradicional discurso que el perdedor da tras conocerse los resultados ni ha llamado a Biden para felicitarle por su victoria. Nadie a estas alturas espera que lo haga pero, poco a poco, esta semana la realidad empieza a abrirse camino en la Casa Blanca.

La humillante derrota judicial registrada en Pensilvania el pasado domingo –la sentencia incluía duras recriminaciones a los abogados del presidente por la falta de base de sus denuncias–llevó a más senadores republicanos a presionar al presidente para que dejara de bloquear la transición presidencial y este lunes el gobierno federal confirmó que Biden es el “aparente ganador” de las elecciones.

Según los resultados provisionales, el demócrata ha conseguido 306 votos del colegio electoral y 80,2 millones de votos, frente a los 232 del republicano, a quien votaron 73,9 millones de personas, casi 12 millones más que en el 2016. La constatación de su victoria por el Gobierno, un trámite administrativo al que nunca antes se había prestando tanta atención, permite al futuro presidente tener acceso a sesiones informativas, información confidencial del Gobierno así como dinero para contratar personal.

En plena pandemia, con la economía tiritando, la tardanza en lanzar el proceso de transición inquietaba tanto a los demócratas como a los republicanos. Se recuerda estos días por ejemplo que, de acuerdo con un informe oficial, uno de los factores que permitió no detectar a tiempo los preparativos de los atentados del 11 de septiembre del 2001 fue precisamente el tardío comienzo del relevo presidencial debido al recuento de Florida en las elecciones del 2000. A partir del lunes, el presidente electo empezará a recibir los mismos briefings diarios de los servicios de inteligencia estadounidenses que Trump.

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